jueves, 9 de enero de 2020
Predicación dominical: EPIFANÍA
Lectura:Mateo 2: 1-16
La epifanía (en griego
significa «manifestación») es un acontecimiento religioso. Para muchas
culturas las epifanías corresponden a revelaciones o apariciones en donde los
profetas, chamanes, médicos brujos u oráculos interpretaban visiones más allá
de este mundo.
En la narración de la Biblia, Jesús se dio a conocer a diferentes personas y en
diferentes momentos. Una de las epifanías que celebra el mundo cristiano es ante los magos de Oriente , que es celebrada el día 6 de enero de cada año. Muy probablemente se trataba de “sacerdotes”
pertenecientes a las tradiciones religiosas de origen medo-persa. Eran
profesantes del zoroastrismo cuyo oficio se podría comparar al de los levitas en
Israel. Se dedicaban al culto, a los ritos de esa religión y a la astrología.
Actuaban de mediadores entre la divinidad y los seres humanos.
Jerusalén era la capital de Israel, y en su seguir la estela de la estrella, por allá
comenzaron a preguntar por si alguien sabía algo. Cómo los hebreos no iban a
saber del nacimiento del nuevo rey??. El rey en el trono, Herodes, se preocupó por lo que llegaba a sus oídos. Un
grupo de extranjeros hablaban de un “nuevo
rey” para Israel...aquello no podía ser! Herodes había llegado a ejecutar a tres
de sus hijos y a su hermano, todo por miedo a que lo destronaran. Cualquier
persona que fuera una amenaza para su reinado, Herodes no dudaba en
asesinarlo. Herodes contacta con sus expertos, los principales sacerdotes y los escribas, les
muestra su inquietud, ahora sí quiere
saber qué se dice del Cristo. Herodes no puede permitir que alguien venga a ocupar su lugar, ni siquiera el
Mesías prometido, y urde un plan para librarse de él ahora que es sólo un bebé
indefenso. Llama en secreto a los magos y les solicita más información para
saber desde cuándo habían descubierto esta estrella, y conocer así la posible
edad del niño rey. En el verso 16 Herodes ordena matar a los niños menores de
dos años en Belén, obedeciendo a la información ofrecida por los sabios. No
sólo eso, sino que pide a los viajeros de oriente que vuelvan para informarle dónde vive
el niño y así ir él a adorarle. Nada más lejos de las auténticas intenciones del
rey Herodes. La estrella se detiene por fin, y se produce la
culminación del viaje de los magos. Saben con quién se van a encontrar y están
preparados. Ahora podríamos preguntarnos : son así mis encuentros diarios
con Cristo?, anhelamos cada día vernos cara a cara con nuestro Señor?. No
nos conformemos a una relación de trámite, compuesta de formalidades
religiosas, y permitamos que nuestro corazón cabalgue con fuerza al encuentro
con su Creador.
En cuanto a los regalos que le llevaron, oro incienso y mirra...algunos de los significados que pueden atribuirse
a estos elementos son: La mirra era usada para tratar los cadáveres en los
embalsamientos, y bien podría representar el momento trágico de la muerte
de Jesús por la humanidad, pero, también es un poderoso medicamento, hoy
día utilizado en tratamientos contra el cáncer. Simboliza también la sanidad y salvación que Jesús ofrece al corazón del ser humano. El incienso es un
elemento de reverencia en el culto a diferentes dioses, y en Jesús se identifica
al Padre-Yavhé con este elemento. Y también es utilizado por el sacerdote a la
hora de dirigirse a Dios. Jesús es el sacerdote que media por el ser humano. El
oro representa a los reyes, pero, también puede ser el alto precio que Jesús
paga por salvar el ser humano, . . . su sangre.
Por José Sereno
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