martes, 13 de agosto de 2019

Predicación dominical: Persevere, nunca desista

¡Persevere, nunca desista
Lectura: Hebreos 10:23; 35-39
Una de las más grandes debilidades humanas es la inconstancia, la incapacidad de seguir hasta el final un proyecto, una meta o un propósito. Hay muchas personas que siempre están empezando algo nuevo pero nunca lo concluyen.
¡Cuántas personas desisten a pocos metros de la victoria y no cruzan la línea final!
Otros empiezan de maravilla su vida espiritual, llenos de expectativas. Uno mira y piensa: “este será un instrumento poderoso en las manos de Dios”, pero pasado algunos meses, empiezan a  desinflarse, a marchitarse, igual que en la Parábola del Sembrador que contó Jesús: “Y el que fue sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y al momento la recibe con gozo; pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza.” Mt.13:20-21
Existen en la Biblia ejemplos de perseverancia: Josué y Caleb (Nm.14:1-9) Este texto narra una las páginas más tristes de la historia de Israel, cuando el pueblo de Israel estaba a un paso de entrar en la tierra prometida y Moisés envía 12 espías para que espíen la tierra y traigan un relato para animar al pueblo. Tristemente 10 de aquellos espías trajeron un relato completamente negativo, sin fe y sin la perspectiva de Dios. A causa de este relato el pueblo se rebeló y pensaba volver a Egipto, fue entonces cuando estos dos valientes: Josué y Caleb, se levantaron y se posicionaron a favor de Dios y de Moisés, ellos no desanimaron, ni desistieron ante las dificultades, ellos creyeron y perseveraron en seguir al Señor. Josué demostró está misma fe,  convicción y perseverancia hasta el fin de su vida – Js. 24:15.
- Los que no desisten son aquellos que tienen objetivos claros y definidos en sus vidas y que prosiguen a la meta establecida – Fp. 3:14-15
- Los que no desisten son aquellos que aprendieron y saben esperar: “Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como águilas; correrán y no se cansarán; caminarán y no se fatigarán.” Is. 40:31
Ejemplo: Caleb, después de 45 años esperando la promesa de Dios, Caleb ahora con 85 años se presenta Josué, le recuerda la promesa que le hizo Moisés y le declara que su fuerza, disposición, ánimo y valor era el mismo de hace 45 años. Él había perseverado y esperado con paciencia en el Señor. Js. 14: 6-12
Ejemplo negativo: El rey Saúl – No supo esperar el tiempo de Dios, y por causa de su impaciencia, echó todo a  perder. Si él hubiera esperado unos minutos más, Dios habría confirmado su reino y su elección. I Sm. 13:8-14
- Cuatro de las siete iglesias de Apocalipsis son elogiadas por Cristo gracias a su perseverancia en medio a las y dificultades pruebas, y a todas ellas Él hace una promesa al final, pero la promesa va destinada a los vencedores: “al que venciere”. ¿Quiénes son los vencedores? Son aquellos que permanecieren fieles y que perseveraren hasta el final. Mt.10:22; 24:13

Conclusión: Volviendo al texto inicial, el autor dice que nuestra confianza tiene gran galardón, que tenemos motivos de sobra para permanecer firmes en las promesas de Dios, pues el que nos hizo la promesa es fiel.  Yo reto a cada uno a apoderarse de esta declaración y declararla por fe como nuestra declaración:  “Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma.”
Pastor Luiz Nunes

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