Una de sus primeras victorias militares fue sobre los amonitas. Esos hombres perversos no solo querían esclavizar a Israel, sino querían humillarlo totalmente.
No obstante, Saúl se olvidó de la obediencia y la alabanza a Dios y empezó a buscar su propia honra y gloria... había dejado de ser un hombre con un corazón piadoso.
Samuel informó a Saúl que Dios le había rechazado como rey, e iba a poner a otro rey sobre el trono de Israel, un hombre que quisiera agradar a Dios..
Finalmente Saúl se apartó tanto de Dios que se fue a una adivina para ayuda espiritual y dirección.
Por fin, Saúl fue vencido en una batalla y murió al caerse sobre su propia espada. (I Samuel 31:4)
No obstante, Saúl se olvidó de la obediencia y la alabanza a Dios y empezó a buscar su propia honra y gloria... había dejado de ser un hombre con un corazón piadoso.
Samuel informó a Saúl que Dios le había rechazado como rey, e iba a poner a otro rey sobre el trono de Israel, un hombre que quisiera agradar a Dios..
Finalmente Saúl se apartó tanto de Dios que se fue a una adivina para ayuda espiritual y dirección.
Por fin, Saúl fue vencido en una batalla y murió al caerse sobre su propia espada. (I Samuel 31:4)
El problema del rey Saúl era su corazón. Esto es el problema con todos los hombres. Jesús dijo: "Lo que del hombre sale, eso contamina al hombre. Porque desde adentro, del corazón del hombre, salen los malos pensamientos, las inmoralidades sexuales, los robos, los homicidios, los adulterios, las avaricias, las maldades, el engaño, la sensualidad, la envidia, la blasfemia, la insolencia y la insensatez. Todas estas maldades salen de adentro y contaminan al hombre." (Marcos 7:20-23)
Tu mayor problema está dentro de ti! No obstante, la Biblia contiene buenas nuevas, Jesús quiere entrar en tu vida para darte un nuevo corazón. Pero no lo hará, si no lo invitamos a nuestra vida.
Por favor, invita a Jesús a tu vida ya!
Tu mayor problema está dentro de ti! No obstante, la Biblia contiene buenas nuevas, Jesús quiere entrar en tu vida para darte un nuevo corazón. Pero no lo hará, si no lo invitamos a nuestra vida.
Por favor, invita a Jesús a tu vida ya!
La ley de la providencia de Dios nos otorga la libertad de escoger, seamos sabios, no elijamos lo que parece correcto según nuestros ojos, sino lo que Dios desea para nosotros, que siempre es lo mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario