Los problemas familiares
Lectura: Lucas 8: 40-48.
Ninguna familia es perfecta, todos enfrentamos luchas y conflictos. Si como padre y madre se ha ejercido de forma correcta, no hay que culparse porque un hijo no anda en los caminos de Dios. Para ayudar a otras familias que atraviesan dificultades, lo mejor es orar en secreto fervientemente delante de Dios por ellos. No hay que minimizar el problema ajeno.
*El primer caso de hoy es el de Jairo, que deja a un lado su status y se humilla ante Jesús pidiéndole que sane a su hija. Mientras le pedía a Jesús vino un emisario a decirle que su hija ha muerto. Satanás siempre usará gente para decir que tu problema no tiene solución, que tú familia ya no tiene remedio...NO oigamos esas voces, no son de Dios. Si permanecemos fieles a Dios él los puede rescatar. "No temas, solamente cree". No juzguemos por la apariencia. Involucremos a Dios en nuestros problemas familiares...Jesús entró en casa de esta familia del relato solamente con ellos, e hizo el milagro de resucitarla.
Es importante sacar fuera las emociones negativas, hay que abrir el corazón y llorar. No importa el qué dirán porque nadie va a arreglar nuestros problemas, sino nosotros mismos y debemos sanar heridas.
"En la vida espiritual hay semillas que sólo nacen si son regadas con lágrimas"...debemos clamar por nuestra familia delante de Dios.
No hay que romper los vínculos con los hijos nunca, hay que crear momentos especiales con ellos, construir puentes.
Nuestras familias tienen que tener risas, música, celebración! Jesús desea entrar en nuestras casas y restaurar nuestras familias como hizo con la familia de Jairo. Nuestra vida y nuestra familia pasa a ser el centro de su cuidado.
Por Pastor Luis Nunez
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