¿Por qué Dios envió a Jesús a morir en La Cruz?
Decir que Dios envió a Jesús a morir en la Cruz, quizás sería simplificar mucho el gran relato de la salvación del ser humano; cuando en realidad no es tan sencillo.
Jesús es el Hijo de Dios, y a la vez es parte de la Trinidad (Dios Padre, Jesús y el Espíritu Santo son uno sólo; iguales en naturaleza, honor y gloria).
¿Qué quiere decir esto? Muy sencillo:
La voluntad de Dios para los seres humanos es que todos seamos salvos, lo cual es necesario por el pecado que nos esclaviza. Y así como el Padre desea la salvación para los seres humanos, el Hijo la desea también, y es por ello que Jesús obedeció voluntariamente.
En palabras del teólogo protestante R.C. Sproul:
“Le complació a Dios, en su eterno propósito, el elegir y ordenar al Señor Jesús, su Unigénito Hijo, para ser el Mediador entre Dios y el hombre, el Profeta, el Sacerdote y el Rey, la Cabeza y el Salvador de Su Iglesia, el heredero de todas las cosas, y el Juez del mundo; a quien le dio desde la eternidad un pueblo, para que fuera su semilla, y para que en el tiempo Él lo redimiera, llamara, justificara, santificara y glorificara”.
La Salvación de Dios no es un improvisado plan de rescate a causa de un fallo en el sistema… Es el eterno plan del Padre para hacernos sus hijos, y lo ejecutó a través del Hijo, Jesucristo.
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