#minireflexiondeldia
Salmos 91:2
Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío;
Mi Dios, en quien confiaré.
Tres puntos importantes en este versículo:
El poder de la palabra. Como cristianos olvidamos que el poder de la palabra dicha mentalmente o a viva voz, multiplica grandiosamente su valor.
La proclamación de Dios, como esperanza, como castillo, como “mi” Dios y “mi” protección simboliza una metáfora de lo que Dios representa para nosotros, en términos militares; Él es nuestro lugar defensivo, nuestra protección personal de todo enemigo invasor.
El salmista resuelve rendir su confianza ante Dios, pero una confianza plena y total. Cuando escribe “Mi Dios en quien confiaré”, expresa una acción determinada de sólida fe, bajo la cual no dejará espacio en su corazón para angustias o preocupaciones, porque firmemente ha resuelto ponerlas en manos del Señor.
Has decidido reconocer a Dios como tú protector?
Fuente: caminandoconDios
No hay comentarios:
Publicar un comentario