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Amar al prójimo
“Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Mateo 22:39.
1. Dado que Cristo hace del amor un mandamiento, está claro que debe referirse a algo más que un mero sentimiento.Como tantas veces, para comprender el sentido que ese término tiene en labios de Jesús, tenemos que ver lo que significa en su vida. Él dijo: “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis los unos a los otros; como yo os he amado, que también os améis los unos a los otros” (Jn. 13:34).
2. Qué es el amor en Jesús? En Jesús, el amor es primariamente una disposición firme de la voluntad, dirigida a lograr el bien perdurable de los demás.
3. El amor es siempre un propósito, una decisión concreta, que produce acciones. Y lo mismo puede decirse de Cristo mismo: Es la revelación del amor de Dios que, en él, no consistió tanto en nuevas enseñanzas como en nueva vida. ". “En esto conocemos el amor, en que Cristo puso su vida por nosotros; y nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos".
4. Fijémonos en que Jesucristo siempre fue muy específico en su amor. Cuando habla del amor, no se refiere a un sentimiento vago e indefinido hacia toda la humanidad, sino de una actitud concreta hacia personas definidas. Habla del amor a los padres, del amor a Dios, del amor a él mismo, del amor al prójimo, del amor al enemigo, de su amor por sus discípulos.
Según Jesús, el amor que no se expresa en acción no es amor verdadero, así como la acción que no está inspirada en el amor verdadero no aprovecha para nada.
4.Jesús enseñó con su propia actitud que el prójimo es cualquiera que está en necesidad y a quien yo puedo ayudar, no importa en qué categoría lo haya colocado la sociedad, no importa si despierta mi simpatía o si me resulta antipático. No son mis sentimientos los que determinan los límites de esa obligación cristiana.
5. Esto incluye amar al enemigo...no se nos dice que debemos estimarlo como estimamos a nuestros amigos, sino que debemos hacerle todo el bien que esté a nuestro alcance, que debemos desear y hacer que todo obre para su bien más perdurable.
Por ello también en el caso de los hijos no es cuestión de dar todos los gustos, sino hacer todo lo que redunde en el bien del ser amado, lo que en alguna ocasión puede significar negar una petición o hasta oponerse al cumplimiento de su voluntad.
Fuente: elpuntocristiano
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