Un dólar que se multiplicó por Irak

Un dólar que se multiplicó por Irak

La donación espontánea de un niño para ayudar a los cristianos perseguidos por ISIS despierta conciencias en Estados Unidos.

El ministro anglicano Andrew White, que ejerce en la única iglesia anglicana en Bagdad, está visitando esta semana los Estados Unidos. Un viaje en el que intenta concienciar a la sociedad de la difícil situación de los cristianos ante el avance del Estado Islámico. En su recorrido, del cual va dando detalles en su cuenta en Facebook, ha contado cómo lo que parecía una sencilla anécdota se convirtió en una “verdadera multiplicación de los panes y peces”. Andrew White titula su post “Sólo hacía falta un dólar”, para contar que su visita le ha llevado a tener reuniones con muchas personas preocupadas por la situación de los cristianos en Irak. “Continuamente me preguntan cómo ayudar, y mi respuesta ha sido: Oremos por la paz y contribuyamos a la paz”. Pero lo que más ha destacado de su visita es el tiempo compartido en escuelas cristianas, donde pudo hablar sobre la persecución a los cristianos a niños y adolescentes. “Evidentemente en estas visitas no estoy recaudando fondos. Por eso, me sorprendió que tras escucharme, un niño se acercó a mí y me dio un dólar”. “Ese dólar está todavía conmigo; no puedo usarlo. Es para mí el verdadero símbolo de la 'ofrenda de la viuda'.- en referencia al pasaje de Lucas 21-”, dice White, que comprobó cómo “inmediatamente otros niños se acercaron a mí y me dieron billetes de uno o cinco dólares”. Pero la anécdota no se quedó ahí. Al día siguiente Andrew White visitaba la Escuela Bethel, en Redding (California). “Les conté mi historia en profundidad; y luego compartí con ellos cómo un niño de Seattle me había dado un dólar para ayudar a las necesidades de sus hermanos y hermanas que habían sido dispersados y masacrados”. Entonces “de repente, todos los estudiantes presentes comenzaron a traer su dinero”. Al final del día, “aquel dólar de un niño se había convertido en miles de dólares”.   White añade como reflexión final: “Ese niño no tenía idea de lo que estaba haciendo, pero estaba seguro de que él hizo lo que Dios le dijo que hiciera. Llevaremos estos 25.000 dólares a Irak para ayudar a los damnificados, todo gracias a un niño. Nunca subestimes cómo Dios puede usar a los más pequeños”.