Sudán arresta
nuevamente a la mujer condenada a muerte por negarse al Islam
Meriam Yahia Ibrahim
Ishag, la doctora de 26 años condenada a la horca y liberada por el
Tribunal Supremo de Sudán, ha sido nuevamente detenida y se desconoce su
paradero.
La mujer que alcanzó
reconocimiento mundial, después de haber sido condenada por “apostasía” a cien
azotes y colgar de la horca hasta morir, había sido liberada por una corte de apelaciones que
consideró nulos tanto los procedimientos como las pruebas que se habían
presentado para el juicio. Decenas de organizaciones mundiales,
con Amnistía Internacional a la cabeza, habían juntado
centenares de miles de firmas, para que se absolviera a la mujer, que
recientemente dio a luz en un hospital de la prisión en que se encontraba.
Detenida
cuando pretendía abandonar el país con su esposo
Meriam, fue detenida este martes en el aeropuerto de Jartum, por las
fuerzas de la Seguridad Nacional, cuando se disponía a embarcar para salir del
país acompañada de su esposo y sus dos hijos. El marido, Daniel Wani de
nacionalidad estadounidense, también se encuentra demorado así como los
pequeños, y no se sabe nada del lugar adonde han sido llevados.
La mujer, hija de un musulmán y
cristiana, ha rechazado las acusaciones de apostasía, en tanto afirma haber
sido criada como cristiana desde la infancia, y se ha negado a que le
indultaran la pena de muerte si renegaba de su religión. Cuando ya tenía un
hijo de dos años fue arrestada y condenada a 100 latigazos por “adulterio”,
en tanto al casarse con un no musulmán se entiende comete ese delito. Luego se
la condenó a muerte, pese a estar embarazada, por negarse a abrazar el
islamismo. Los jueces musulmanes le habían concedido la prórroga de la condena
por dos años, para amamantar la beba nacida, pero ella se negó al procedimiento
por no considerarse culpable.
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